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Cómo mantener la concentración en el trabajo

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Cómo mantener la concentración en el trabajo

Aunque tienda a confundirse, lo cierto es que tener la atención fija en lo que nos rodea no es sinónimo de estar concentrado. Pues, cuando estamos atentos podemos percatarnos de todo cuanto ocurre en nuestro entorno, incluyendo los pequeños detalles. Sin embargo, cuando estamos en estado de concentración mantenemos el enfoque únicamente en un asunto, y en ello radica la gran diferencia.

Muchas veces, por más que intentamos e intentamos, es sumamente complicado mantener la concentración en el trabajo que realizamos. Los motivos por los cuales no podemos lograrlo pueden ser muchos, entre los cuales está el sentir aburrimiento por eso que hacemos, por pensar en algo que nos preocupa, o simplemente por no querer responsabilizarnos ante nuestras labores.

No obstante, la concentración es importante ya que esta va de la mano con la productividad, la cual  a su vez puede llevarnos hacia la conquista de nuestros objetivos, y por tanto, al éxito. La buena noticia es que, tal como indica Gananci, sí es posible concentrarse, especialmente con la puesta en práctica de una serie de ejercicios.

A continuación, queremos compartir contigo una serie de sugerencias que te ayudarán a mantener la concentración en tu trabajo y ser más productivo al final del día.

Consejos para mantener la concentración

  1. Prioriza tus labores: esto quiere decir que debes establecer un orden en el cual pretendes realizar tus tareas. Por mucho que luzca complicado, en realidad es uno de los métodos más efectivos que podemos practicar para ejecutar nuestros quehaceres. Puedes crear una lista en base a lo que necesitas realizar tan pronto como sea posible y aquello que puede esperar. De hecho, una gran idea es que dividas tus pendientes por colores, dependiendo de cuán relevante sean, entonces puedes realizar lo más prioritario –o complejo- durante la mañana –aprovechando que tu mente ha descansado y tienes un máximo rendimiento-, y para la tarde puedes culminar las otras tareas que no requerían de tanta urgencia.

  2. Aprende a gestionar tu bandeja de correo: es decir, es importante que esto lo hagas de manera eficaz. Si bien es cierto que muchas veces necesitamos del correo electrónico para poder desarrollar nuestro trabajo, también lo es que las alertas cada vez que llega un nuevo correo pueden distraernos. Lo mejor es revisarlo cada cierto tiempo, intentando que esto no se convierta en un asunto prioritario, sino recurrir a él sólo cuando sea necesario.

  3. Aleja las distracciones: lo cual implica poner en silencio la música, en caso que esta nos distraiga, no tener cerca televisores, así como colocar en silencio también nuestro dispositivo móvil, especialmente si tenemos abiertas nuestras cuentas en las redes sociales, ya que todas las notificaciones pueden lograr sacarnos de la tarea que estamos realizando. Esto podemos revisarlo en un momento de descanso, entre tarea y tarea, pero jamás cuando estamos ejecutando una labor, ya que nos resta tiempo de productividad e impide que desarrollemos un trabajo de calidad.

  4. Ten a mano los recursos que necesitas: en tu oficina, esto impedirá que te detengas de realizar una tarea por dedicarte a buscar tu agenda de notas, o los resaltadores. Simplemente, mantén todos tus implementos organizados y cerca de ti.

  5. Se vale descansar: sí, tal como lees. Puedes descansar. De hecho, es recomendable tomar un descanso para distraerte un momento en el cual puedes dar un paseo, comer una fruta, escuchar música, entre otros, y luego retornar a lo que hacías, ya que tomar este tiempo de descansos puede ayudarte a aumentar la productividad, dado que evitas que tu mente esté saturada y pierdas la concentración y el rendimiento.

  6. Conserva tu escritorio en orden: y toda tu oficina en general, puesto que a nadie le provoca trabajar cuando tiene un desastre en su sitio de trabajo, no encuentra lo que necesita, o tiene papeles por doquier y no sabe por dónde debe comenzar. Antes de marcharte a casa, organiza tu escritorio y, de ser posible, deja pequeñas notas adhesivas en las cuales estén escritas las tareas que hayas priorizado para comenzar al siguiente día. Esto te ayudará a ahorrar tiempo, y te mantendrá concentrado, ya que evitarás distraerte entre tantas cosas.

  7. Coloca fechas límites a tus tareas: así tendrás presente que debes enfocarte en ellas ya que quizás alguien más depende del trabajo que estás realizando. La idea no es que generes ansiedad, pero sí que aprendas a tomar responsabilidades con tus labores. Para evitar sentir estrés, más bien empieza a darte premios cada vez que termines una labor y siente orgullo de tu productividad. Puedes regalarte un poco de tiempo extra para descansar, hacer una llamada a un amigo, o simplemente ver televisión por un momento.

  8. Deja de lado las preocupaciones: aprende técnicas de respiración, yoga, meditación, entre otras, con el propósito de alejar aquellas cosas que te mortifican y te restan concentración, pues, el enfoque en lo que realizas es importante, y pensando en cosas que te preocupen no te permitirán desarrollar tus tareas en el tiempo esperado.

  9. Trabaja cuando sientas más energía: y en ese momento ejecuta las tareas que requieren de más concentración. Para algunas personas es en las tardes cuando se encuentran más relajados y pueden enfocarse en algo. Sin embargo, para otras personas es en la mañana, justo cuando han tomado una taza de café, tras un sueño reparador.

  10. Duerme: por supuesto, debes dormir lo suficiente. Pues, por mucho que lo intentes, si no has descansado la cantidad de horas que tu mente necesita para sentirse relajada, no lograrás concentrarte en nada y tu productividad será baja. Apaga las luces y empieza a dormir sin culpas hasta el siguiente día, en el cual ya podrás empezar a ocuparte de las cosas que requieren de tu tiempo, ya que muchas personas empiezan a pensar y preocuparse al momento en el cual van a dormir, impidiendo de esta manera descansar verdaderamente. Ten presente que en la noche, difícilmente podrás encargarte de algún asunto, así que espera la mañana para resolverlo, y mientras tanto… ¡descansa!

No esperes más para poner en práctica estos sencillos consejos y verás cómo tu nivel de concentración mejora, y cómo esto se verá reflejado en tu productividad.

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