Cultiva tu espiritualidad
Qué es el espíritu? Muy difícil de saberlo a ciencia cierta. Muchas personas han tratado de definirlo, estudiarlo, encontrar su esencia, ubicación… Pero nadie ha dado con resultados definitivos. Los antiguos griegos, por ejemplo, usaban la palabra “alma” para designar lo que hoy conocemos como “mente”, y era importante desarrollarla, como con estos ejercicios para entrenar la mente de Gananci.
Usualmente cuando pensamos o escuchamos la palabra espiritualidad la asociamos con la religión o incluso percibimos ambos términos como sinónimos. Esto es válido, puesto que los temas espirituales, sobre todo en nuestra cultura occidental, están muy asociados a la religión, principalmente a la cristiana.
Pero hay otras formas también de cultivar la espiritualidad, que quizás las podemos asociar a otras culturas, como las orientales. Las religiones originarias de Asia tienden a considerarse bastante espirituales, como el budismo o el hinduismo, a pesar de que no necesariamente conciben el espíritu en la perspectiva dualista occidental.
Todo es cuestión de las creencias de cada persona y de cada cultura ya que, como mencionamos antes, nadie ha podido dar la última palabra en este tema. Hoy en día no es poco frecuente encontrar muchas creencias distintas, aún más si las relacionamos a otras partes de nuestras vidas.
Tampoco es poco frecuente encontrar personas que se quejan de que les va mal en la vida, o de que hay personas con mejor suerte que ellos pero que no son tan buenas personas.
Más aún, tendemos a pensar que la espiritualidad no va de la mano con el éxito personal o con lograr metas en diversos aspectos. Hoy te traemos varios consejos para que soluciones una buena parte de esas quejas y logres alcanzar esas metas espirituales y materiales.
¿Has escuchado decir a alguien conocido que nuestra mente o nuestra actitud atrae lo que nos pasa? ¿Has leído sobre el karma? Pues sí, nuestras acciones, nuestra actitud ante la vida y para con los demás, y lo que deseamos, tiene consecuencias en lo que nos ocurre, en las oportunidades que se nos presentan.
¿Cómo es esto real? Pues tan simple como que las oportunidades las creamos nosotros mismos. Si deseas ascender en tu trabajo, muy probablemente te escojan si mantienes una actitud positiva, seas amable con los demás y responsable en tu actual puesto de trabajo, además de mantener una posición ética dentro de tus responsabilidades.
Por otro lado, si contrariamente a lo ya mencionado, te la pasas quejándote, no te la llevas bien con tus colegas o compañeros y no cumples tus responsabilidades, pues las posibilidades de ascender serán muy bajas. Muy bien lo dijo Benedetti: “A veces me siento infeliz sin un motivo concreto”, pero no dejes que eso influya en tu actitud ante la vida.
2. Busca ayuda profesional
Si, esto es algo que pocos estamos dispuestos a hacer. Mucha gente tiene a pensar que los terapeutas son para los enfermos, para los locos, o simplemente no creen que puedan ayudarlos. Es un estigma social que nos resta potencial y evita que obtengamos ayuda para lograr nuestras metas.
Todos somos humanos y tenemos la capacidad de disfrutar, de ser felices, pero también de sufrir y de sentir tristeza. Algunas personas están más del lado de esto último durante más tiempo o atraviesan momentos críticos inesperados. Sin duda cuando somos presa de estos fuertes sentimientos no estamos al máximo de nuestras capacidades para lograr nuestras metas.
Bien sea un terapeuta, un psicólogo, un coach, un guía espiritual… todos podemos pasar por momentos en los que visitar a alguien con un entrenamiento para acompañarnos es ideal, de tal forma que podamos darle la vuelta a la tostada y aprovechar los momentos de crisis como oportunidades para mejorar nuestras vidas.
3. Mantén hábitos sanos
Tanto si creemos en la existencia del espíritu como si no, mantener un cuerpo sano es fundamental para nuestra existencia. Va de la mano con lo antes mencionado, ya que un bienestar físico va a influir en nuestro bienestar emocional y en la capacidad de mantener una actitud positiva frente al mundo.
Por lo tanto, podemos cuidar nuestro cuerpo llevando una dieta sana, realizando actividades físicas, practicándonos chequeos médicos periódicos, manteniendo una rutina de sueño adecuada, entro otras cosas. Te aseguramos que siguiendo todos estos consejos estarás mucho más cerca de lograr tus metas ya que tu cuerpo (y espíritu) estarán en óptimas condiciones para emprender todo lo que te propongas.