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El Amor Santo & El Amor Profano

Esta entrada esta reservada para compartir con todo el resumen del programa de hoy dia Marzo 18, 2011: El Amor Santo y El Amor Profano

Hay una diferencia entre el amor santo y el amor profano.

El amor profano es interesado, egoísta, por consiguiente ferozmente celoso. Quiere ser el único en amar y considera que quien pretenda amar lo que él ama, lo ofende y atropella. Eso sucede porque el amor profano no es otra cosa que desarrollo de amor propio y de la propia satisfacción.

El amor santo, por oposición, es amor desinteresado, caritativo, que ama a la persona no para satisfacción propia, sino por el aprecio que de ella tiene; no para recibir gusto uno, sino para darle gusto. En consecuencia, el amor santo, lejos de pretender ser el sólo en amar, goza en ver que otros también amen lo que él ama.

Mensaje de Reflexion Espiritual:

“Amor Santo es la Décima Estación de la Cruz.  Es despojarte de todo lo que hay entre tú y la salvación.  Es morir a tu propia voluntad.  En el Amor Santo, sólo existe una voluntad, una opinión es la que cuenta, y ésa es la de Dios.  La Santificación llega cuando el alma puede ver lo que hay entre ella y Dios, y se despoja a sí misma de ello.  Es Mi Décima Estación.”

AMOR PROPIO AMOR SANTO
Cada pensamiento, palabra y obra es motivado por la conveniencia propia. Cada pensamiento, palabra y acción es motivado por amor a Dios y al prójimo.
Ve solamente las faltas de los demás, no las propias. Se considera a sí mismo en el camino correcto, tal vez hasta humilde y virtuoso. Se ve a sí mismo lleno de imperfecciones. Siempre está buscando perfeccionarse a través del amor. Considera a cada persona más humilde y santa que sí mismo.
Conserva en el corazón una lista de cada falta cometida contra él. Imita a la Divina Misericordia lo mejor que puede. Es compasivo y perdona.
Es rápido para enojarse y se mantiene alerta sobre sus propios derechos, asegurándose de que no le sean violados. Es paciente. Toma en cuenta las preocupaciones y necesidades de los demás.
Persiste en sus propias opiniones, rehusando rendirse a los puntos de vista de los demás. Ofrece sus propias opiniones, pero escucha a los demás y les presta igual mérito que a las suyas.
Se enorgullece de sus propios logros. Puede hasta enorgullecerse de su progreso espiritual. Se da cuenta de que todas las cosas proceden de Dios; que sin Dios no es capaz de nada bueno. Todo lo bueno procede de la gracia.
Se ve a sí mismo y al mundo como lo máximo. Su único placer, por lo tanto, lo consigue a través del mundo. Se regocija en acumular tesoros celestiales, en acercarse más a Dios y en profundizar en la santidad. Conoce la diferencia entre los placeres terrenales y el gusto espiritual.
Usa los bienes del mundo para satisfacción propia. Usa los bienes del mundo para satisfacer la búsqueda de la santidad.
Protesta ante cada cruz. Ve las pruebas como una maldición. Recela de la buena fortuna de los demás. Se rinde ante cada cruz a través del amor, como lo hizo Jesús. Ve las cruces como una gracia que se puede utilizar para convertir a los demás.
Pide sólo por sí mismo y sus propias necesidades. Pide por las necesidades de los demás.
No puede aceptar la Voluntad de Dios. Se amarga ante las pruebas. Acepta la Voluntad de Dios con un corazón amoroso, aun cuando es difícil.


AMOR PROPIO AMOR SANTO
Cristo es expulsado del centro de sus vidas, y el ‘yo’ se hace el centro. Dios y los demás se hacen el centro de sus vidas.
Está al pendiente de todo error perpetrado en su contra. Perdona.
Se considera a sí mismo completamente merecedor de consolaciones y gracia. Sabe que siempre puede ser más santo. Sabe que todos los dones espirituales no son suyos, sino de Dios, y que no los merece. Dios dispone los favores como Él elige.
Confía solamente en los esfuerzos humanos. No puede abandonarse y dejarse en Dios. Está al pendiente de los problemas enfocándose en ellos. No le permite a la gracia hacerse cargo. Rinde todas las cosas a la gracia de Dios. Confía en que Dios saca provecho de toda situación.

 

Foto Credito: http://salutarishostia.files.wordpress.com/2008/05/sagrado-corazon-1.jpg

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Ruben Ricart: Ruben Ricart, maestro espiritual con más de dos décadas de experiencia en prácticas espirituales y esotéricas, comparte su sabiduría como guía en temas de espiritualidad. Originario de Republica Dominicana, Ruben fusiona autenticidad y conocimiento en su enseñanza, brindando a los estudiantes herramientas prácticas para desbloquear su potencial y atraer la prosperidad. Su enfoque equilibrado y compasivo crea un espacio seguro para el crecimiento personal, guiando a los participantes en un viaje transformador hacia la conexión espiritual y la manifestación consciente.