De igual forma que nos hacemos responsable de nuestro cuerpo físico debemos hacernos cargo de nuestro cuerpo espiritual. El cuidar el aura (campo electromagnético de todo ser viviente) es sumamente importante para el buen balance espiritual y es parte de un buen higiene inmaterial. El tomar esta idea en cuenta mientras ponemos en practica los métodos para este tipo de limpieza nos otorgara un alivio profundo sobre muchas de las tensiones y preocupaciones emocionales que florecen día por día a raíz de las energías negativas que nos rodean.
Sigue las siguientes sugerencias para libera estas cargas negativas de tu aura o cuerpo espiritual.
Primer Método: Debes lavarte las manos con agua fresca; luego toma tus manos y con los dedos como un peine, peina el espacio/aire inmediato que rodea tu cuerpo desde la cabeza hasta los pies. En este momentos debes visualizar que este tus manos, que para este fin son un peine, remueven todas las cargas. El poder en este proceso esta en la acción y en la intención. Después de hacer esto por par de minutos, lava tus manos nuevamente con agua fresca y visualiza que toda las cargas capturadas corren hacia el drenaje y fuera de ti.
Segundo Método: Mientras estés duchando visualiza que el agua que corre es la de una cascada. Imagina que esta gran cascada esta en el bosque y estas debajo de ella al aire libre. Permite que esta agua fluya libremente sobre toda parte de tu cuerpo y que esta repleta de luz blanca. Según el agua cae en el drenaje imagina que todos tus problemas, el estrés, las depresiones y preocupaciones fluyen lejos de tu mente y corren con el agua según se desprenden de tu cuerpo espiritual. El agua es elemento de purificación y te servirá como gran instrumento para desprender lo que no es conveniente para ti.
Tercer Método: Quizás recuerdas haber hecho esto en tu niñez, correr bajo la lluvia y naturalmente ducharte con el agua que cae del cielo. No hay cosa mas buena para limpiar el aura que caminar bajo la lluvia. Respira profundamente y permite que cada gota que cae refrescando tu cara, tus brazos, tu cuerpo recarga y refresca tu cuerpo espiritual.
Cuarto Método: Los elementos son esenciales en toda practica espiritual. Igual que el agua el viento es una excelente forma de desprender las cargas negativas que se apegan a nuestra aura. Cuando sientas el viento rozar sobre tu piel, visualiza que este aliento de la madre naturaleza sopla lejos de ti las energías negativas que ocasionan desequilibrio en tu vida diaria. Corre hacia el viento como lo harías en tu niñez. El viento hará su trabajo mientras acaricia tu cuerpo, tu cara, tus brazos. En este momento imagina que todo se desprende y vuela lejos de ti.