Cuando estamos en paz, estamos mas felices, mas tranquilos. Cuando estamos mas felices estamos mas confiados, mas seguro, estamos llenos de optimismo. El optimismo puede contribuir y reforzar nuestra fe; como bien sabemos, la fe en Dios todo lo puede.
En el boletín de esta semana te comparto algunas sugerencias espirituales para que puedas canalizar esa paz en tu vida. Estos consejos son espirituales, implica de que no son una solución mágica, pero con la acción que tomes, podrán contribuir a los cambios positivos que estas en espera de recibir.
La oración
Las oraciones son clave para adquirir la paz. Por mas difícil que se te haga, por mas grande que sea el reto para aquietar tu mente – es la clave mas poderosa. El recurso mas inmediatio para aquietar las ansiedades, la desesperación y la frustración que puedas estar experimentando en estos momentos.
Una oración católica de mi agrado es la oración para la paz, escrita por un santo católica muy conocido, San Francisco de Asis. Esta la puedes aprender aquí: http://temasespirituales.com/oracion-de-san-francisco-de-asis/
Los Mantras
Los mantras son una practica sacramental oriunda del budismo y de el hinduismo. La palabra emana del sanscrito, el vocablo mans se define como mente y tra, es sinonimo de liberación. Unidos forman, liberacion de nuestra mente. Cuando liberamos la mente, adquirimos la paz – ya que son nuestros propios pensamientos o forma de ver las cosas que nos quita la paz.
Un mantra de la paz muy popular para adquirirla es el siguiente: “Om Shanti Om”, este debes repetirlo continuamente.
Para leer mas acerca de los maneras y para escuchar el previo en un video, sigue este enlace: http://temasespirituales.com/que-es-un-mantra-y-para-que-sirve/
Los Banos Espirituales Para La Paz
Las hierbas tienen su propia frecuencia y algunas son excelente para neutralizar los nervios, la negatividad, la ansiedad y la desesperación. En combinación con la oración estas pueden ser muy útiles para ayudar a combatir la falta de paz.
Combina las hojas de albahaca, menta y romero – si están frescas, estruja todas las hoja en una ponchera, recipiente o palangana. Estruja hasta que saques el sumo de las hojas. Luego sacas el sumo parte y después de una ducha normal – te lo derramas de cuello para abajo. Cuando termines, es recomendable no secarse con toalla. Debes secarte en privacidad pero al aire libre. Mientras esperas, puedes permanecer en oración y mediación.