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Transformación Espiritual, Superación y Bienestar

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La clave para ser más feliz

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La felicidad es uno de esos conceptos del cual muchas personas pueden tener el suyo propio y no se puede decir que algunos sean incorrectos. Esto, debido a que en base a lo que cada quien piense sobre la felicidad, será la manera en que esta se manifieste en su vida. Ten presente que el pensamiento crea, seas consciente de ello o no. Para ampliar un poco este tema y puedas tener más control sobre tu poder mental, échale un vistazo a este artículo de Gananci.

Esto puede sonar un poco abstracto, pero hablemos con ejemplos para facilitar la comprensión: si una persona cree que la felicidad es algo que se debe buscar en la vida y se trata de una meta que hay que lograr, actuará de esa manera, buscándola, como si estuviese escondida. En cambio, si alguien cree que la felicidad no es ninguna utopía y está más presente de lo que creemos, ese individuo experimentará esa felicidad que es más accesible.

Mientras más lejanas veamos las cosas que nos agradan, que nos gustan, que queramos para nuestras vidas, más difícil se nos hará obtenerlas. Cuando creemos que somos capaces de conseguirlas -lo creas o no- el universo conspirará para otorgarte eso que ya te pertenece desde que lo declaraste y empezaste a comportarte como si ya lo tuvieras.

Todo comienza en el pensamiento, tanto las cosas positivas como las negativas y se hacen realidad con la palabra. Por esta razón es que debemos ser tan cuidadosos con la manera en que usamos el lenguaje, porque este crea lo que sea que nosotros decidamos.

Volviendo a la felicidad, hay que decir que muchas veces somos nosotros mismos quienes con nuestro comportamiento pasamos de ella. Es decir, elegimos engancharnos en cosas sobre las que no tenemos el control y relegamos nuestro estado de felicidad a un segundo plano que se ve afectado por las situaciones que nos rodean.

Si tú te sientes identificado con esto a continuación encontrarás la clave para dejar ir un poco esos sentimientos:

Permite

Permite que las personas tengan sus propias personalidades aceptando que no puedes cambiarlas. Permite que tus compañeros de trabajo tengan opiniones que tú no compartas sin que esto te genere rechazo hacia ellos. Permite que cada quien sea lo que tenga que ser. Si lo que son no es positivo, ya cada quien tendrá su proceso. No puedes hacer más que exhortarles, pero si no quieren oír, no es tu deber el cambiarles para hacer del mundo un mejor lugar.

Cuando haces esto, sentirás un gran alivio porque estarás soltando aquellas cosas sobre las que no puedes tener control, relajándote significativamente. Cuando no te preocupas por cosas que los demás hacen o deja de hacer, tendrás más tiempo para enfocarte en ti y en tu desarrollo personal.

Permitir a los demás ser como son, sin pretender cambiarlos te hará más feliz porque dejarás de desperdiciar energía. Por supuesto lograr esto no es tan sencillo porque no funciona como un interruptor Permito/No permito. Pero si es algo de lo que te haces consciente y tienes la voluntad de cambiar, definitivamente rendirá sus frutos.

Permítete

Este punto es tan importante como el anterior. A veces somos tan estrictos con nosotros mismos que básicamente nos ponemos una camisa de fuerza. Permítete ser quien eres, aunque los demás no estén de acuerdo o aunque te critiquen. Recuerda que la única persona a la que debes impresionar es a ti mismo.

Esto no quiere decir que te conformes al 100%, al contrario, si deseas cambiar algo con respecto a ti, permítete hacerlo. No te pongas trabas, date la oportunidad de desarrollarte como persona y seguir mejorando. Permítete fracasar, encuentra en los obstáculos el aprendizaje y no te crucifiques por las equivocaciones.

Si tienes ideas nuevas permítete llevarlas a cabo, si no estás de acuerdo con tu trabajo, permítete tomar el riesgo de renunciar y buscar uno mejor, o emprender un negocio que te agrade.

Permítete decir lo que piensas, siempre respetando a las personas que te rodean y siendo consciente de las consecuencias que puedas tener. Permítete amar a los demás y dar lo mejor de ti sin pensar en si serás retribuido de la misma manera. Permítete correr riesgos en distintos aspectos. Permítete sentir toda la gama de emociones, para eso las tenemos.

Permítete trabajar duro para cumplir tus objetivos, pero también permítete divertirte y pasarla bien. Mientras más te permitas -con responsabilidad- más habrás vivido.

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