Conexión Cuerpo-Mente

  • Reflexiones sobre la conexión entre el cuerpo y la mente.
  • Desarrollo personal desde una perspectiva integral.

El quinto acuerdo y 3 cosas que no sabías para ser más feliz

3 cosas que probablemente no sabías acerca de el quinto acuerdo para ser más feliz

(Lo que no sabías acerca de el quinto acuerdo para ser más feliz)!  Si eres de las personas a las que les agradan los temas de crecimiento y superación principal, lo más probable es que hayas escuchado hablar de los 4 Acuerdos, un libro del escritor mexicano Miguel Ruiz que ha sido un éxito de ventas desde que salió en 1997. Lo interesante acerca de este libro es que provee herramientas bastante prácticas y fáciles de recordar para aplicar a tu vida diaria.

Si eres de los amantes de este tipo de lecturas, mira más libros de superación personal en este listado de Gananci. Ahora, algo que algunos no saben, es que Ruiz, no se quedó solamente con el éxito de los 4 acuerdos y 12 años después de la primera edición de su título más exitoso sacó la secuela. Muchos pueden decir que la secuela nunca iguala a la original cuando se trata de obras artísticas, pero me atrevo a decir que ambos libros tienen en un muy buen nivel.

Sin embargo, la popularidad que alcanzaron los 4 acuerdos fue y sigue siendo por mucho la mayor que ha alcanzado este autor y conferencista mexicano. Si no conoces este popular libro, el resumen de su idea central es el siguiente: nuestra vida puede ser más plena, feliz y exitosa si nos regimos por los siguientes acuerdos:

1.- Se impecable con tus palabras: tomando en cuenta que el lenguaje crea, es importante que tengamos cuidado con lo que salga de nuestras bocas porque puede ser usado tanto para construir como para destruirnos a nosotros mismos y a las personas a nuestro alrededor.

2.- No te tomes nada personal: cada una de las cosas que las personas te digan debes percibirlas de una forma preferiblemente neutral sin dejar que te afecten más allá, esto porque muchas veces otros dicen cosas que no son ciertas con el fin de hacer tambalear nuestro centro o reflejando la realidad de ellos y no la nuestras. Cuando eres seguro de ti mismo, será mucho más fácil no tomarse los comentarios demasiado en serio o tan a pecho.

3.- No hagas suposiciones: debido a que es mejor preguntar y tener certeza de los hechos que dar por sentado cosas que solo son ciertas en nuestras mentes.

4.- Da siempre lo mejor de ti mismo: así evitarás arrepentimientos y pospondrás las excusas ya que estas no tienen cabida en tu vida.

Cada uno de estos acuerdos se centra en un aspecto específico de tu vida y, como puedes notar, es posible agregarlos a tu forma de ser sin dejar de ser tu mismo y mostrar esos elementos de tu personalidad que te hacen único y especial.

Ahora que has refrescado tus conocimientos acerca de los 4 Acuerdos, es el momento ideal para introducir información acerca de su secuela, el Quinto Acuerdo, este es: “Se escéptico, pero aprende a escuchar y entonces elige”.

El Quinto AcuerdoEs un poco más abstracto que los acuerdos reflejados en su primera obra, pero lo siguiente que haremos es desglosarlo para enseñarte las cosas que quizá no sabías del quinto acuerdo:

– Aprende a escuchar: cuando aprendemos a escuchar demostramos respeto a otros y nos damos la oportunidad de comprender mejor lo que nuestro interlocutor quiere decirnos. Escuchar no es el simple acto de oír, es estar abiertos a nuevas ideas, también es saber leer textos sin sacar conclusiones precipitadas.

Cuando te permites estar abierto a escuchar completamente en vez de quedarte atrapado en tus primeras impresiones, tendrás la oportunidad de aprender más, de construir mejores relaciones con los demás y contigo mismo, porque tu crecimiento vendrá como consecuencia de esta acción al darte el chance entrar a los mundos de otras personas.

El ser escéptico se refiere a que no debes creer todo lo que otros te dicen, pero si sabes escuchar, tendrás la capacidad de saber por qué para ellos sí es cierto lo que están comunicándote.

– Somos responsables de lo que decimos, no de lo que otros entiendan: y esto es porque está comprobado que cada quien le da un significado en su cabeza a lo que oye y muchas veces, eso no es necesariamente lo que la otra persona quiso decir.

Por eso es que los acuerdos están en este orden específico, necesitas internalizar los 4 primeros (en donde se habla acerca de la importancia de las palabras y de aclarar lo que comprendemos en vez de suponer) para poder entender a cabalidad los aspectos que conforman el quinto acuerdo.

Todos y cada uno de nosotros tenemos un punto de vista, una manera de percibir la vida y las cosas que nos ocurren a través de nuestros 5 sentidos y a pesar de que todos tenemos capacidades similares biológicamente hablando, podemos tener distintas percepciones acerca de lo que ocurre.

Por ejemplo, en una habitación la temperatura es de 23ºC, para algunos esta temperatura es perfecta mientras que para otros que están dentro de la misma habitación quizá es muy caliente o muy fría, pero el hecho es que son los mismos 23ºC para todos.

Esto también ocurre con las palabras, pueden ser malinterpretadas dependiendo de quién las oiga. Ruiz en su libro expresa que decimos el 50% del mensaje y el otro 50% es la persona que lo recibe. Conocer esto te da cierta libertad y te permite darles esta misma libertad a otros, a la vez que te recuerda la importancia de la comunicación eficaz.

– Debemos ser responsables también de las elecciones que hacemos: este acuerdo también se basa en tomar la responsabilidad de nuestras acciones, de las cosas que elegimos creer como ciertas y de nuestros resultados al respecto.

Si eliges creer en ti, en tus capacidades y en las cosas buenas que tienes para dar, estarás poniendo en práctica una de las claves para tener éxito de Gananci, lo que te acercará cada vez más a ver cumplidas tus metas. En cambio, si eliges regirte por esas creencias limitantes que tienes, también deberás aceptar y responsabilizarte por las consecuencias que tendrás.

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¿Puede hacer daño la crítica?

Siempre es mejor recibida una caricia que un golpe seas hombre o mujer, un niño siempre agradecerá mucho más un dulce que un regaño, sin embargo, no podemos pretender que nunca ocurran cosas que no sean tan agradables en nuestras vidas.

Tenemos que ser capaces de tolerar también los tragos amargos de la vida, para poder desarrollar la fortaleza necesaria que nos permita alcanzar el éxito, pues no podemos ser enteramente frágiles o de lo contrario una leve brisa puede derribar nuestro castillo de naipes.

Al ser capaces de escuchar lo bueno y lo malo, con firmeza y fortaleza, seremos capaces de digerir lo que no nos gusta y transformarlo en algo positivo que nos haga corregir algunas fallas que podamos presentar como seres humanos imperfectos.

La crítica, es por lo general muy difícil de soportar para las personas, pues aunque muchas veces puede acompañarse del calificativo de “constructiva”, esta puede ser utilizada como arma para herirnos de forma injustificada.

A muchas personas no les importa mucho el irse contra los demás, con tal de opinar todo cuanto se les antoje. Esto no es lo adecuado, pues lo correcto sería tener la capacidad de dar una opinión cuidadosa, inteligente y razonada de lo que perciben, sin una intención distinta a la de construir.

Actualmente, gracias a la masificación del uso de las redes sociales, nos hemos vuelto una especie de “críticos por naturaleza”, pero al mismo tiempo podemos ser víctimas de los juicios de valor que circulan indiscriminadamente.

Vivimos una época en la que la mitad del planeta habla de la otra mitad del mundo, y lo hacen “alegremente” sin pensar en responsabilidades ni mucho menos en las consecuencias que pueden generar sus opiniones.

Existen criticas de toda índole, por cosas tan simples como la manera de vestir, incluso del porque no tenemos hijos aun o sino del porque nos hicimos padres a una edad muy temprana, en fin, solo se necesita querer criticar para hacerlo.

La verdad sea dicha y es que hay demasiadas personas por el mundo, más preocupadas por la vida de los demás, que por la suya misma. Lo peor es el efecto que causan los comentarios venenosos que realizan, los cuales tienen la particularidad de propagarse muy fácilmente.

Debemos tener claro que la crítica bien hecha, es decir, planteada bajo una mirada objetiva y que está soportada en argumentos probatorios, no es mala. La idea es que esta clase de comentarios sirvan para el sano enriquecimiento y logren modificar actitudes y situaciones para bien.

Podemos afirmar que la crítica en sí misma es constructiva, ya que implica el poder discernir, es decir, el no estar de acuerdo con algo en particular. Sin embargo, para ello se debe plantear el comentario con la mejor de las intenciones, para evitar malas interpretaciones.

Lo que no debe hacerse es emitir juicios de valor con ligereza, solamente para calificar determinado proceder como inapropiado o inaceptable. Se debe poder desarrollar una visión más amplia de las cosas, a fin de que la crítica no solo vea lo malo e intrascendente.

Por eso es recomendable desarrollar la capacidad de medir el alcance de los comentarios que hacemos o recibimos, pues en ocasiones, eso que nos dicen o que nosotros señalamos de los demás, tiene un implícito absurdo interés de causar molestia e incluso herir al otro.

Si vamos a asumir la posición de crítico, entonces nos corresponde ser respetuosos con las personas o situaciones que cuestionaremos y ser conscientes de los efectos o de las consecuencias que puedan generar nuestras opiniones, especialmente si somos sarcásticos.

Entonces si vamos a decir algo de alguien, debemos subrayar los aspectos positivos, además de exponer los puntos negativos y finalmente, señalar los pasos que se pueden seguir en procura de mejorar los aspectos que son objetos de crítica.

El hecho de que muchos no ejerzan adecuadamente la crítica, llegando a confundirse con el rumor, tiene que ver en parte con el desmedido afán por la morbosidad, pues lamentablemente esta se ha hecho una cultura en donde optamos por poner el dedo en la llaga.

Lo usual es que señalemos el error, pero desafortunadamente no contemplamos la posibilidad de que podamos realizar una crítica sana y real. Aunque cabe aclarar que no podemos estar predispuestos a molestarnos por cada cosa que hablan de nosotros.

Por mas difícil que pueda resultarnos una crítica, debemos estar dispuestos a escucharla, manteniendo la serenidad y siendo siempre consciente de que no por el hecho de que alguien se entrometa en nuestra forma de actuar, nos está atacando indiscriminadamente. 

Finalmente, vale la pena centrar nuestros esfuerzos en el desarrollo de la auto-critica, pues esto nos hará más tolerantes y a su vez nos permitirá detectar mucho antes que a los demás, nuestras fallas y así corregirlas, antes que se asomen las molestas criticas de terceros.

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Como perdonar a alguien que te ha hecho daño?

Si alguien te lastimó recientemente sabrás cuán doloroso y arduo puede ser el proceso de recuperación. Ya sea que estés detrás de una lesión emocional en particular, o que hayas recibido un patrón de conducta tóxica, tendrás todo tipo de cicatrices.

Probablemente sepas que debes dejar ir toda esa ira y resentimiento, pero es increíblemente difícil en la práctica. Es muy probable que te hayas preguntado, “¿cómo le perdono?” y que hayas luchado por encontrar una respuesta que funcione.

Aprender a cómo perdonar es muy complejo y no se da de la noche a la mañana. Sin embargo, es posible y estarás mucho mejor cuando tengas éxito. Este artículo podría ayudarte a comprender la naturaleza de perdonar a alguien que te haya lastimado. Esto te muestra realmente cómo puedes avanzar.

¿Cuáles son las etapas del perdón?

El perdón es profundamente personal, por lo que no habrá dos personas que lo experimenten exactamente de la misma manera. Dicho esto, es un proceso con aproximadamente cinco etapas distintas, y es probable que en algún punto de tu vida te toque vivir esto.

  • Conciencia: te notas molesto, triste o decepcionado acerca de algo.
  • Experiencia: sientes el dolor intensamente.
  • Aceptación: debes aceptar que esa situación ocurrió y que no puedes hacer nada para cambiarla.
  • Ganas de perdonar: después de experimentar todas las emociones negativas, te darás cuenta de que no existe ningún beneficio en permanecer en el sufrimiento.
  • Dejar ir: el estado final del perdón es dejar ir todo el resentimiento y liberar todas las emociones de tu cuerpo. De esta manera, puedes seguir adelante con tu vida.

¿Cómo soltar y seguir adelante?

Al igual que el perdón, soltar y seguir adelante son procesos sutilmente diferentes para todos. Pero si estás luchando y quieres seguir un camino claro, pon en práctica los siguientes pasos para encontrar la paz y la liberación.

Reconéctate con tu corazón

Haz todo lo que necesites para sentir tu “yo” auténtico. Medita, sé creativo, pasa tiempo con aquellos que no te lastiman y aprovecha la energía de tu corazón. Esta es tu parte positiva y resiliente que te brindará los recursos que necesitas para recuperarte del dolor.   

Enfócate en el autoconocimiento

Trata de entender el rencor al que te aferras. ¿Por qué duele todo? ¿Qué heridas pasadas se vuelven a abrir? ¿Qué parte de ti es lo que ha dañado lo sucedido?

Cuando conviertes tu percepción interior en lugar de analizar a quien te lastimó, te empoderarás a ti mismo con el autoconocimiento.

Asume la responsabilidad por ti mismo

Otra parte importante de aprender a cómo perdonar a alguien es asumir la responsabilidad del rol que jugaste en la situación dañina. Tu papel puede ser menor o mayor, pero si no lo reconoces, inconscientemente proyectarás pensamientos negativos sobre ti en los demás.

A medida de que vayas tomando responsabilidad cuando se requiera, permítete recibir el perdón también.

Aprende las lecciones de los tiempos oscuros

No importa cuán horrible sea algo, siempre hay lecciones útiles para aprender. De hecho, el universo a menudo nos envía desafíos precisamente para que podamos crecer. Pregúntate qué es lo que puedes aprender de esa ruptura para establecer una relación con otra persona más adelante.

¿Qué harás de manera distinta en la próxima relación? Por ejemplo, ¿hay límites más firmes que debas mantener?

Enfócate en la bondad, no en lo correcto

Es tentador meditar sobre cuán equivocada está la otra persona. Sin embargo, si quieres perdonar a alguien que te ha lastimado emocionalmente, debes enfocarte en este viejo proverbio chino: “es mejor ser amable que tener la razón”.

¿Cómo puedes ofrecer esa bondad a la persona que te hizo daño? ¿Y cómo esa bondad puede hacer que tus próximas relaciones funcionen mejor?

Aléjate del juicio

La empatía es un arma poderosa contra los rencores. Dedica un poco de tiempo a ver tu situación actual desde la perspectiva de la otra persona. ¿Cómo se ven las cosas para esa persona? ¿Qué siente? ¿Por qué hizo lo que hizo?

Este ejercicio no se trata de encontrar excusas para el mal comportamiento, sino de comprender las complejidades y las luchas internas que todos enfrentamos.

Acepta las disculpas

A veces la otra persona no tiene intenciones de pedir perdón. Sin embargo, si alguien está dispuesto a ofrecerte una disculpa tómala con honor. Esto no significa que tengas que excusar sus acciones, o incluso darle la bienvenida nuevamente a la persona si tú no quieres.

¿Estás listo para perdonar y soltar? ¡Vamos que sí se puede!

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¿Es mejor criticar o aprender de los demás?

Si has visto la exitosa película Birdman, podrías recordar una escena en la que el protagonista de la película, un actor, discute con una crítica de teatro importante, y le dice que “Un hombre se convierte en crítico cuando no puede ser un artista”.

Por supuesto esto no es necesariamente cierto, pues hay críticos por vocación, y no todas las personas que trabajan como críticos son malas. En esencia, un(a) crítico/a indica lo que está bien y lo que no en algo, en este caso, en una pieza de teatro.

En el caso de nuestras vidas y en la sociedad, criticar suele ser percibido como algo malo, negativo o grosero; siendo generalmente clasificadas como “criticonas” las personas quienes siempre señalan lo malo o lo equivocado, algunas veces sin que estas críticas sean realmente justas.

Aprendiendo de los demás

Cuando somos niños, aprendemos todo por medio de la imitación y de lo que las personas mayores nos enseñan, así como por medio de la exploración y usando lo que hemos aprendido sin importarnos si nos equivocábamos.

Pero cuando crecemos, usualmente comenzamos a estar muy asustados de cometer “errores” o de improvisar, y muchos de nosotros comenzamos a ser críticos, pero no siempre en la mejor de las formas.

Recuperar la disposición de los niños de aprender de su entorno, por medio de ensayo y error no es siempre posible como adultos o personas mayores, pero tomar lo mejor de ambos mundo sería lo ideal.

¿Cómo criticar mejor?

   1 .No busques los defectos

Uno de los mayores errores al criticar es buscar directamente los defectos, lo cual es algo intuitivo, porque algo que resulte ser un error evidente es lo más fácil de identificar y por lo tanto de señalar.

Pero una crítica basada en solo defectos, los cuales podrían ser además relativos, es generalmente no constructiva, y por lo tanto tampoco no una buena crítica, porque criticar es algo integral.

Por esta razón, cuando al criticar algo, es importante también señalar las cosas buenas, porque esto es también parte de la crítica, y puede ayudar a dar una opinión más completa.

   2. Señala por qué lo consideras un error

La palabra crítica es probablemente percibida como algo tan grosero o rudo porque algunas veces podríamos estar muy concentrados en encontrar errores y señalándonos, pero olvidarnos de explicar justamente por qué los consideramos errores.

Cuando ofrecemos una explicación de por qué algo es un error, al menos desde nuestra perspectiva, le estamos dando a las personas una oportunidad de ser críticos con ellos mismos y aprender, en lugar de solo sentirse culpables o mal.

   3. Ofrece consejos para mejorar

Uno de los aspectos más importantes cuando se trata de criticar, es que deberíamos siempre ofrecer consejos para mejorar, dándoles a las personas una oportunidad para aprender de sí mismos e incluso de nosotros.

Es probable que hayas escuchado muchas veces en televisión, películas o de otras personas el término “crítica constructiva”. Este término es en realidad muy bueno, pues una crítica dada para mejorar es precisamente algo constructiva.

Así que la próxima vez que sintamos que necesitamos dar una crítica, deberíamos recordar dar una constructiva, acompañada de consejos para mejorar, y no solo para corregir “errores y defectos”.

  4. Se humilde y aprende de los errores de otros

Algunas veces podríamos considerarnos buenos en algo, y sentirnos intimidados por otra persona quien también parece ser buena/o en lo que hace, y por lo tanto sentirnos satisfechos cuando se equivocan.

Esto no nos convierte en monstruos o malas personas, pues es hasta cierto punto algo normal, pero esto definitivamente no es la mejor forma de ver las cosas, pues saber que otras personas se equivocan no nos hace mejores, pero aprender de esos errores sí.

Cuando encontramos errores en otras personas, deberíamos tratar de aportar ayuda, pero también aprender de esos errores, pues equivocarse es algunas veces una de las mejores formas de mejorar y aprender; y aprender de los errores de otras personas, siendo humildes y sabiendo que no estamos exentos de estos.

Aprender de los demás con la capacidad de criticar

Después de cierta edad, es evidente que no siempre podemos aprender todo mediante ensayo y error, o confiándonos de todo, pues algunas cosas podrían ser peligrosas o podríamos querer aprender de la forma más efectiva posible.

Con esto en mente, lo mejor que podemos hacer es recuperar la forma en la que aprendíamos de niños, pero siendo capaces de discernir lo que no está bien, y sabiendo cómo mejorar o evitar lo malo, sin sacrificar el aprendizaje a través de la experiencia.

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¿Por qué deberías dejar de hablar mal de los demás?

Muchas son las personas que buscan ayuda para alejar todas las cosas negativas de su vida, se esfuerzan con todas sus ganas en cómo identificar la persona tóxica en sus vidas; sin embargo, ¿qué pasa si son ellos mismos esa persona tóxica? Las cosas se complican por completo. La naturaleza humana hace que la mayoría quiera que las personas cambien y sean perfectas, mientras ellos se mantienen iguales.

Una de las cosas más difíciles es cambiar de hábitos al estar mayores, pero nunca es muy tarde para identificar esos malos hábitos. El solo esfuerzo que se hace para mejorar ya es un gran paso hacia una vida más tranquila y con más armonía. Nadie quiere ser parte de la destrucción de la reputación o propagadores de algo que vaya a dañar a un compañero; sin embargo, a la mayoría le gusta poder escuchar un buen chisme y esta contradicción es muchas veces lo que genera problemas.

  • ¿Por qué es momento de dejar de hablar mal de las personas?

1. Hablar solo cosas positivas te dará paz:

Dejar de hablar mal de las personas además de tener beneficios sociales, también tiene beneficios internos. Al dejar de hablar mal de alguien no sumarás a perjudicar a esa persona y ese simple gesto te dará armonía, pues no tendrás nada de culpa ni nada por lo cual avergonzarte; tampoco guardarás ningún tipo de secreto con esa persona.

Además de eso, involucrarse tanto en la vida de alguien hace que tengas el doble de preocupaciones, las de tu vida y las de la vida de esa persona. Eso no es para nada saludable y te quitará tiempo, tranquilidad y también integridad.

2. Al hablar mal de alguien usualmente te rodeas de malas personas:

Es probable que cuando digas eso que quieres decir muchas personas estén interesadas y se rían de lo que dijiste; sin embargo, debes asegurarte que se rían contigo y no se estén realmente riendo de ti. Es posible que todos parezcan tus amigos, personas con las que puedes compartir, pero ¿qué te hace pensar que esas mismas personas no están hablando mal de ti a tus espaldas?

De la misma manera que les gusta oír historias sobre la vida de las demás, también es muy probable que les encante hablar sobre la vida de los demás. Por eso ese grupo de personas que solo esperan oír el próximo rumor no son sinónimo de buena compañía.

3. Crear rumores te hará perder credibilidad:

¿Cómo esperas que alguien confíe en lo que dices si has creado fama de alguien que disfruta esparcir rumores o chismes de alguien más? Cualquier persona honrada pensará dos veces antes de compartir una información importante contigo y sabrá que en el momento en que decida confiar en ti, será víctima de personas hablando tras sus espaldas.

Es posible que no seas así y que no vayas a hacerlo; no obstante esa es la percepción que las personas tienen de ti debido a tus actitudes. Saber que todos piensan mal de ti puede afectar emocional y psicológicamente de una manera muy grande.

4. Hace que tus propias frustraciones salgan a flote:

¿Realmente existe otra razón atrás de las ganas de desprestigiar a alguien que la misma envidia o la frustración? Probablemente no, quizás estás batallando con esas ganas de querer hacer lo mismo y no poder hacerlo.

Es mejor atender esos problemas internos que te perturban antes de dejarlos salir al herir a otra persona. Cuando estés satisfecho por completo con tu vida y tu situación actual, cuando estés realmente feliz te darás cuenta que no existe ninguna necesidad de hacer sentir a alguien inferior, pues estarás tan ensimismado en tu propia vida que no tendrás tiempo ni ganas de perturbar la paz que tienes y la de alguien más.

Antes de decir algo, tienes que seguir los 3 filtros de la fábula de Sócrates: la verdad, la bondad y la necesidad. ¿Es verdadero eso que dirás? ¿Es bueno? ¿Es necesario compartirlo? Si a alguna de estas preguntas respondes un no, entonces lo mejor es no decir nada.

Dejar de ser una persona tóxica es posible y lo único que traerá a tu vida son beneficios y motivaciones nuevas. Cuando te vuelvas un experto en la materia, entonces lee este artículo en Gananci y anímate a crear tu propio libro  para ayudar a otras personas a salir de este mal hábito.

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La clave para ser más feliz

La felicidad es uno de esos conceptos del cual muchas personas pueden tener el suyo propio y no se puede decir que algunos sean incorrectos. Esto, debido a que en base a lo que cada quien piense sobre la felicidad, será la manera en que esta se manifieste en su vida. Ten presente que el pensamiento crea, seas consciente de ello o no. Para ampliar un poco este tema y puedas tener más control sobre tu poder mental, échale un vistazo a este artículo de Gananci.

Esto puede sonar un poco abstracto, pero hablemos con ejemplos para facilitar la comprensión: si una persona cree que la felicidad es algo que se debe buscar en la vida y se trata de una meta que hay que lograr, actuará de esa manera, buscándola, como si estuviese escondida. En cambio, si alguien cree que la felicidad no es ninguna utopía y está más presente de lo que creemos, ese individuo experimentará esa felicidad que es más accesible.

Mientras más lejanas veamos las cosas que nos agradan, que nos gustan, que queramos para nuestras vidas, más difícil se nos hará obtenerlas. Cuando creemos que somos capaces de conseguirlas -lo creas o no- el universo conspirará para otorgarte eso que ya te pertenece desde que lo declaraste y empezaste a comportarte como si ya lo tuvieras.

Todo comienza en el pensamiento, tanto las cosas positivas como las negativas y se hacen realidad con la palabra. Por esta razón es que debemos ser tan cuidadosos con la manera en que usamos el lenguaje, porque este crea lo que sea que nosotros decidamos.

Volviendo a la felicidad, hay que decir que muchas veces somos nosotros mismos quienes con nuestro comportamiento pasamos de ella. Es decir, elegimos engancharnos en cosas sobre las que no tenemos el control y relegamos nuestro estado de felicidad a un segundo plano que se ve afectado por las situaciones que nos rodean.

Si tú te sientes identificado con esto a continuación encontrarás la clave para dejar ir un poco esos sentimientos:

Permite

Permite que las personas tengan sus propias personalidades aceptando que no puedes cambiarlas. Permite que tus compañeros de trabajo tengan opiniones que tú no compartas sin que esto te genere rechazo hacia ellos. Permite que cada quien sea lo que tenga que ser. Si lo que son no es positivo, ya cada quien tendrá su proceso. No puedes hacer más que exhortarles, pero si no quieren oír, no es tu deber el cambiarles para hacer del mundo un mejor lugar.

Cuando haces esto, sentirás un gran alivio porque estarás soltando aquellas cosas sobre las que no puedes tener control, relajándote significativamente. Cuando no te preocupas por cosas que los demás hacen o deja de hacer, tendrás más tiempo para enfocarte en ti y en tu desarrollo personal.

Permitir a los demás ser como son, sin pretender cambiarlos te hará más feliz porque dejarás de desperdiciar energía. Por supuesto lograr esto no es tan sencillo porque no funciona como un interruptor Permito/No permito. Pero si es algo de lo que te haces consciente y tienes la voluntad de cambiar, definitivamente rendirá sus frutos.

Permítete

Este punto es tan importante como el anterior. A veces somos tan estrictos con nosotros mismos que básicamente nos ponemos una camisa de fuerza. Permítete ser quien eres, aunque los demás no estén de acuerdo o aunque te critiquen. Recuerda que la única persona a la que debes impresionar es a ti mismo.

Esto no quiere decir que te conformes al 100%, al contrario, si deseas cambiar algo con respecto a ti, permítete hacerlo. No te pongas trabas, date la oportunidad de desarrollarte como persona y seguir mejorando. Permítete fracasar, encuentra en los obstáculos el aprendizaje y no te crucifiques por las equivocaciones.

Si tienes ideas nuevas permítete llevarlas a cabo, si no estás de acuerdo con tu trabajo, permítete tomar el riesgo de renunciar y buscar uno mejor, o emprender un negocio que te agrade.

Permítete decir lo que piensas, siempre respetando a las personas que te rodean y siendo consciente de las consecuencias que puedas tener. Permítete amar a los demás y dar lo mejor de ti sin pensar en si serás retribuido de la misma manera. Permítete correr riesgos en distintos aspectos. Permítete sentir toda la gama de emociones, para eso las tenemos.

Permítete trabajar duro para cumplir tus objetivos, pero también permítete divertirte y pasarla bien. Mientras más te permitas -con responsabilidad- más habrás vivido.

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Por qué no es bueno quejarse

A todos en nuestro a día a día nos ocurren cosas que hubiésemos preferido que no nos pasaran. No estamos exentos de ellas así tengamos la mejor actitud. La verdadera diferencia está en cómo reaccionamos ante esas situaciones incómodas en el momento, en el mediano y luego en el largo plazo.

Según Gananci, las personas positivas toman los tropiezos y fracasos como aprendizajes, mientras que otros tantos los toman como excusas para reclamarle a la vida lo desafortunados que son, lo mal que les ha ido, o para renegar de lo que creen que les hace falta. Lo que marca la principal diferencia es la actitud y cuando nos dejamos arrastrar por la negatividad lo primero que van a aparecer son las quejas.

Con respecto a ellas, son frases que dejamos inmiscuirse en nuestras conversaciones que si bien, cuando son muy moderadas y objetivas tienen la posibilidad de ofrecernos catarsis, cuando se vuelven constantes y mantenidas en el tiempo, para lo único que sirven es para sabotearte a ti mismo.

La próxima vez que sientas ganas de quejarte, mira las razones por las cuales no deberías hacerlo y mucho menos si estás acompañado de otras personas

-Bajas tu estado de ánimo: la primera consecuencia negativa, la cual llega prácticamente de manera inmediata luego de proferir la queja, es que tu estado de ánimo baja, ya que, queriéndolo o no, te victimizas.

Cuando te quejas de algo acerca de lo cual no tienes en control, te pones a ti mismo como una víctima desamparada de la situación. Esto lleva inevitablemente a que te acechen pensamientos de injusticia, enojo, incomodidad y más emociones negativas que al estar presentes por largo rato en tu vida se vuelven un estado de ánimo por el cual te vas a regir.

Es decir, la queja constante condiciona tu actitud. No puedes ser una persona positiva y feliz mientras vives quejándote, ambas cosas no son compatibles.

-Ocupa tu mente: la queja no te permite encontrar el lado positivo de lo que te rodea. Por ejemplo: cuando te quejas de la lluvia, estás dejando de lado que miles de hectáreas de plantas cerca de donde estás están siendo regadas y alimentadas.

En vez de quejarte, permítete ver el otro lado de la moneda. No te quedes con lo primero que tienes ante tus ojos. Trata de ver los detalles para que puedas fijarte de que no tiene nada de positivo quejarse de situaciones que no tienes el poder de modificar.

-Contagias: cuando expresas una opinión negativa en voz alta acerca de cualquier situación, puedes contagiarle tu estado a las personas que se encuentran cercanas a ti. Quizá esas personas no habían percibido esa situación como algo malo y eso es lo que logras al transmitirle tu apreciación.

Además, la gente que tiene buena actitud ante la vida, no va a querer compartir con este tipo de personas quejumbrosas. Aunque suene crudo, aquellos que solo se quejan y no hacen nada para cambiar esas cosas que les molesta, es porque en el fondo tienen muy arraigado ese papel de víctima-victimario y suelen ser aquellos a los que les ocurren todas las cosas malas, ya que eso es lo que atraen. Todos hemos conocido a alguien así, al que le apodan nube negra.

Por otro lado, la queja sí es necesaria en los casos en los que tu opinión va a ser importante para realizar un cambio. Ya en este caso no lo llamaríamos queja sino la verbalización de un problema que no puedes ignorar y es necesario decirlo para que pueda resolverse.

Por ejemplo, quejarse con cualquier persona de que hace calor y que eso te ponga de mal humor, es una manera de autosabotaje por todas las razones que explicamos anteriormente. Pero, si en tu trabajo la temperatura hace que las tareas se vuelvan aun más complicadas, no está de más que verbalices tu incomodidad a tus superiores para que puedan hacer algo con respecto a eso. Eso sí, no sería la queja solamente, sino también posibles soluciones, como que aportes ideas para colocar ventanas, instalar aires acondicionados, ventiladores, entre otros.

La queja cuando viene vacía lo que hace es restarte la energía, ponerte en un estado que no es precisamente el más óptimo para ti. Así que, si quieres triunfar, ser una persona que se supere cada día a sí misma, debes comenzar por eliminar las quejas de tu vocabulario y adoptar estos hábitos que ponen en práctica las personas exitosas.

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10 claves para aprender a cerrar ciclos

Soltar algo hacia lo cual hemos sentido apego no siempre es fácil. Aunque algunos lo hacen de manera rápida, para otros es más complicado por miedo al dolor que puedan sentir y el no saber qué hacer con la tristeza cuando esta aparezca.

Algunas circunstancias generan una ruptura en los acontecimientos normales y esto es paralizante, pero la urgencia de sanar interiormente exige empezar a desprenderse de los hechos dolorosos y continuar escribiendo nuestra historia en una nueva página.

Por ello, aprender a cerrar ciclos es indispensable para vivenciar las transformaciones necesarias y evolucionar como personas.

Si te encuentras en esta situación, en la que sientes que no puedes vivir con total plenitud todas las cosas buenas que te ocurren, porque tu mente se encuentra atascada a recuerdos del pasado que te impiden avanzar, entonces continúa leyendo y aprende a liberarte de todo cuanto te ate.

A continuación, compartiremos contigo una serie de consejos para que des el paso decisivo y empieces a cerrar ciclos en tu vida.

Consejos para cerrar ciclos

1-Procura vivir libre: sin crear lazos eternos con otras personas o con objetos. Vive lo más ligero que puedas. Tú eres tu mejor compañía. Los objetos son reemplazados por otros, tarde o temprano, y las personas sólo transitan por nuestra vida y tropezamos con ellas, pero al final todos tomamos caminos diferentes, porque así funcionan las cosas. Debes tener esto presente e intentar vivir con el mayor desprendimiento que puedas.

2-No niegues: eso que te ha ocurrido porque, mientras más trates de evadirlo, mayor fuerza cobrará y se instalará con más ahínco en tu vida. Debes comprender que algunas situaciones no podemos evitarlas porque han ocurrido para dejarnos grandes enseñanzas. No hay otra forma de aprender aquellas lecciones que son trascendentales. Toma las cosas con calma y observa qué te ha enseñado lo que te ha pasado y hoy te duele mucho. Entiende que es parte de tu evolución como persona.

3-Haz ejercicios: para despedirte de las cosas desagradables que ya no quieres tener en tu vida. Por ejemplo, puedes escribir una carta que, aunque no la entregues, te sirva para desahogarte y sacar todo el peso que injustamente te has impuesto como castigo.

4-Piensa en el futuro: aun cuando lo que ha ocurrido haya sido incómodo, podrás desprenderte con mayor facilidad del pasado si empiezas a concentrarte en el futuro. Recupera el entusiasmo por los días que vienen, piensa en planes, trázate nuevas metas, dibújate un horizonte distinto. Después de todo, vale la pena soñar el futuro porque ahora eres una persona distinta que goza de mayor experiencia en la vida.

5-Conserva la tranquilidad: ya basta que, por algo del pasado, no puedas tener calma en el presente. Despeja tu mente para que entren pensamientos positivos. Si ya ocurrió, no tiene sentido que te siga robando la quietud.

6-Deja de repasar tus errores: de pensar qué hiciste bien, qué no debiste haber hecho, en qué cosas fallaste y cuáles fueron acertadas. Simplemente, detén estos pensamientos, no les permitas que ocupen ni el más mínimo espacio en tu mente. Piensa en cómo proceder de manera inteligente en situaciones futuras, y del pasado ya no te ocupes más.

7-Trabaja el perdón: porque con ello aprenderás a liberarte de la rabia y el odio. Esto será positivo en tu vida. Te traerá paz y podrás comenzar a vivir en armonía. Perdónate y perdona a quienes te han lastimado. Cada quien da lo que tiene en su corazón. Probablemente aquella persona no tenía más para dar, o no tenía espacios de luz para regalar. Ahora el perdón es el regalo que tú debes concederte.

8-Cambia tu círculo de amistades: si algo no funcionó con las personas que te rodeaban, enfócate en el hecho de que el mundo está lleno de millones de seres humanos y hay quienes tienen hermosos sentimientos por compartir y están en disposición de vivir contigo nuevas experiencias. A partir de ahora puedes darte el permiso de conocer otras amistades con las cuales vivir momentos únicos y diferentes. Evita hacerte daño queriendo estar cerca de aquellos que te han hecho daño.

9-Vive todos los días sin miedo: por eso que ha ocurrido tal vez sientas temor de vivir nuevas cosas o te prives de dejar fluir tus emociones porque crees que así impedirás el dolor. Pero, en realidad te causas más dolor de esta manera porque te estás prohibiendo vivir. No temas amar, no temas confiar nuevamente, no temas a la vida. Todo es parte del crecimiento.

10-Sonríe: y siente agradecimiento cada día de tu vida por las hermosas cosas que te pasan, las personas extraordinarias que se cruzan en tu día, los extraños que te hacen sonreír, las personas que te aprecian, tu familia, aquellos a quienes atesoras en tu corazón y todo lo bueno que tienes contigo. Mientras hay dolor es difícil ver lo positivo, sin embargo, si haces un leve esfuerzo te percatarás de la abundancia que tienes cerca de ti.

No rechaces las experiencias, todas dejan una ganancia en conocimiento, aprendizaje y sabiduría. Aquello que te causó amargura en un momento, ya no está ocurriendo ni se está repitiendo, simplemente quedó atrás.

Ahora te toca a ti empezar a dar pasos hacia adelante y enfocarte en los nuevos objetivos que tienes por cumplir para seguir tu camino hacia la auto-realización.

En este momento, eres una nueva persona, lo que has vivido te ha cambiado, te ha dado más fortaleza y sólo podrás vivir esta grandeza a partir del día que tomes la decisión de comenzar a cerrar ciclos.

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Pensar antes de hablar: la delgada línea entre la sinceridad y el ataque

He conocido personas que se regodean en su honestidad y lo directas que son para decir las cosas, lo cual consideran que es una cualidad digna de admiración. A decir verdad, esto es muy cierto, sin embargo, no todas las cosas que pensamos tienen que ser exteriorizadas. El saber cuándo hay que callar también es una virtud que podría considerarse incluso más importante que soltar todo lo que pasa por nuestra mente sin medir las consecuencias.

Hay un sabio refrán que dice “somos esclavos de lo que decimos y dueños de lo que callamos”, porque una vez que las palabras salen de nuestra boca, debemos estar dispuestos a aceptar los resultados que estas nos traigan, los cuales no siempre son los más favorables. Por otro lado, este post no es para animarte a que no expreses tus opiniones, todo lo contrario, exprésate con responsabilidad. Si tienes problemas para decir las cosas que piensas, quizá sufras de timidez, practica estos 6 ejercicios de Gananci para superarla.

El lenguaje tiene la capacidad de destruir, así como de edificar, por esta razón debemos usarlo con consciencia. Como en todos los aspectos de nuestra vida, en nuestro discurso debe existir equilibrio, siempre con el objetivo de no herir a quienes nos escuchan y menos, a quienes no están presentes en la conversación para defenderse.

Las opiniones son un arma de doble filo, ya que somos seres emocionales y no todos tienen la madurez suficiente como para no dejarse afectar por las palabras de terceros. Por eso, antes de hablar y con el fin de mantener fuertes tus relaciones, toma en cuenta lo siguiente para evitar arrepentimientos:

1.- Una vez que has dicho algo, no lo puedes recoger. Tomar en cuenta esto antes de hablar es una buena manera de hacer que filtres un poco mejor las cosas antes de lanzarlas por impulso. Así estés enojado, lo recomendable es tomarse unos segundos para respirar profundo y evaluar si realmente eso que tienes en mente es lo que quieres decir.

Piénsalo de esta manera, quizá decirlo te hará sentir mejor en ese momento porque te desahogaste, pero ¿Es lo mejor para ti en el mediano o largo plazo?

2.- Piensa a quienes afectas con tus palabras. En esta categoría pueden entrar muchas personas ¿Estás dispuesto a afectar a otros solo para sentir la satisfacción de expresarte? A veces es inevitable decir cosas negativas, aun así, esas cosas pueden ser dichas con tacto y delicadeza.

Cuando quieras dar un elogio hazlo en público, pero cuando se trata de una corrección o una exhortación (que también son necesarias y valiosas), es preferible que lo realices en privado. Eso de que trates a las personas como a ti te gustaría ser tratado ya ha perdido vigencia, mejor trata a cada quien como a esa persona le gustaría que le traten, ya que todos somos distintos.

3.- Se prudente. A veces decimos cosas sin mala intención o sin percatarnos que podemos ofender a personas a nuestro alrededor, así que lo mejor es estar consciente de los sitios donde nos encontramos y de las personas que nos rodean antes de emitir opiniones. Por supuesto, eres responsable de lo que dices, no de lo que otros interpreten. Por eso tus palabras deben ser claras en vez de dejar espacio para ambigüedades o malas interpretaciones.

4.- Ten compasión. Puedes estar diciendo una gran verdad, pero si eso le hace daño al otro le estás atacando de frente, por eso las palabras que elijas deben estar llenas de compasión por tu interlocutor. Quizá pienses que no tienes que ser compasivo con otros que te han hecho daño a ti o con desconocidos, pero sí debes serlo porque todo lo que damos lo recibiremos de vuelta, tarde o temprano, de alguna u otra manera.

Además, no pierdes nada demostrando humanidad, ni te muestras débil, es lo contrario. Ganas en integridad y demuestras que eres una persona firme, que a pesar de lo que puedan hacerte tú te mantienes fiel a lo que piensas. Comportándote de esta manera atraerás lo mismo hacia tu vida.

Cuando no mides tus palabras no solo le haces daño a personas a tu alrededor, sino a ti mismo al debilitar relaciones interpersonales. Cuando no eres capaz de tener un filtro eficaz entre tus pensamientos y tu discurso poco a poco empiezas a convertirte en una persona tóxica.

Tomar tu tiempo para evaluar las cosas que dirás antes de que salgan a la luz no significa que dudes de ti mismo, sino que tienes dominio propio, te mantendrá alejado de problemas innecesarios y contribuirá a que tengas un estado de consciencia pleno.

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