¿Es mejor criticar o aprender de los demás?

Si has visto la exitosa película Birdman, podrías recordar una escena en la que el protagonista de la película, un actor, discute con una crítica de teatro importante, y le dice que “Un hombre se convierte en crítico cuando no puede ser un artista”.

Por supuesto esto no es necesariamente cierto, pues hay críticos por vocación, y no todas las personas que trabajan como críticos son malas. En esencia, un(a) crítico/a indica lo que está bien y lo que no en algo, en este caso, en una pieza de teatro.

En el caso de nuestras vidas y en la sociedad, criticar suele ser percibido como algo malo, negativo o grosero; siendo generalmente clasificadas como “criticonas” las personas quienes siempre señalan lo malo o lo equivocado, algunas veces sin que estas críticas sean realmente justas.

Aprendiendo de los demás

Cuando somos niños, aprendemos todo por medio de la imitación y de lo que las personas mayores nos enseñan, así como por medio de la exploración y usando lo que hemos aprendido sin importarnos si nos equivocábamos.

Pero cuando crecemos, usualmente comenzamos a estar muy asustados de cometer “errores” o de improvisar, y muchos de nosotros comenzamos a ser críticos, pero no siempre en la mejor de las formas.

Recuperar la disposición de los niños de aprender de su entorno, por medio de ensayo y error no es siempre posible como adultos o personas mayores, pero tomar lo mejor de ambos mundo sería lo ideal.

¿Cómo criticar mejor?

   1 .No busques los defectos

Uno de los mayores errores al criticar es buscar directamente los defectos, lo cual es algo intuitivo, porque algo que resulte ser un error evidente es lo más fácil de identificar y por lo tanto de señalar.

Pero una crítica basada en solo defectos, los cuales podrían ser además relativos, es generalmente no constructiva, y por lo tanto tampoco no una buena crítica, porque criticar es algo integral.

Por esta razón, cuando al criticar algo, es importante también señalar las cosas buenas, porque esto es también parte de la crítica, y puede ayudar a dar una opinión más completa.

   2. Señala por qué lo consideras un error

La palabra crítica es probablemente percibida como algo tan grosero o rudo porque algunas veces podríamos estar muy concentrados en encontrar errores y señalándonos, pero olvidarnos de explicar justamente por qué los consideramos errores.

Cuando ofrecemos una explicación de por qué algo es un error, al menos desde nuestra perspectiva, le estamos dando a las personas una oportunidad de ser críticos con ellos mismos y aprender, en lugar de solo sentirse culpables o mal.

   3. Ofrece consejos para mejorar

Uno de los aspectos más importantes cuando se trata de criticar, es que deberíamos siempre ofrecer consejos para mejorar, dándoles a las personas una oportunidad para aprender de sí mismos e incluso de nosotros.

Es probable que hayas escuchado muchas veces en televisión, películas o de otras personas el término “crítica constructiva”. Este término es en realidad muy bueno, pues una crítica dada para mejorar es precisamente algo constructiva.

Así que la próxima vez que sintamos que necesitamos dar una crítica, deberíamos recordar dar una constructiva, acompañada de consejos para mejorar, y no solo para corregir “errores y defectos”.

  4. Se humilde y aprende de los errores de otros

Algunas veces podríamos considerarnos buenos en algo, y sentirnos intimidados por otra persona quien también parece ser buena/o en lo que hace, y por lo tanto sentirnos satisfechos cuando se equivocan.

Esto no nos convierte en monstruos o malas personas, pues es hasta cierto punto algo normal, pero esto definitivamente no es la mejor forma de ver las cosas, pues saber que otras personas se equivocan no nos hace mejores, pero aprender de esos errores sí.

Cuando encontramos errores en otras personas, deberíamos tratar de aportar ayuda, pero también aprender de esos errores, pues equivocarse es algunas veces una de las mejores formas de mejorar y aprender; y aprender de los errores de otras personas, siendo humildes y sabiendo que no estamos exentos de estos.

Aprender de los demás con la capacidad de criticar

Después de cierta edad, es evidente que no siempre podemos aprender todo mediante ensayo y error, o confiándonos de todo, pues algunas cosas podrían ser peligrosas o podríamos querer aprender de la forma más efectiva posible.

Con esto en mente, lo mejor que podemos hacer es recuperar la forma en la que aprendíamos de niños, pero siendo capaces de discernir lo que no está bien, y sabiendo cómo mejorar o evitar lo malo, sin sacrificar el aprendizaje a través de la experiencia.

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